¡Hola Glotones! Os presentamos la conferencia del Dr. Carlos Isasi Zaragozá, reumatólogo en el Hospital universitario Puerta del Hierro de Majadahonda (Madrid), que nos explica la evolución que se está dando en el ámbito médico a cerca de las enfermedades del intestino.
Para responder a la pregunta de ¿quién es celiaco?, los gastroenterólogos utilizan unos criterios de diagnóstico de la enfermedad celiaca que debe cumplir el paciente para determinar si lo es o no. Los parámetros que rigen el diagnostico de un paciente celiaco clásico son: que tenga predisposición genética, anticuerpos en la sangre y atrofia de las vellosidades intestinales, todo ello acompañado de un cuadro clínico compatible con la enfermedad.
La enfermedad celiaca tiene muchos síntomas, tanto digestivos como extra digestivos; cansancio, fatiga mental, dolor crónico, problemas psiquiátricos… que además pueden generar enfermedades autoinmunes.
Los algoritmos de la detección de la enfermedad celiaca están todos basados en criterios que ya no se ajustan a los casos que se observan en las consultas médicas, por lo tanto algo debe cambiar.
Para definir la sensibilidad al gluten no celiaca podemos definirlo como la persona que lo parece, pero no lo es, es decir, mejora con la dieta y si toma gluten enferma, pero no es celiaco.
Para este caso no existe una prueba, ni marcadores, ni criterios que sirvan para diagnosticar esta enfermedad. Aunque existan personas que creen que esta enfermedad es una moda o que se trata de un invento, se equivocan, se trata de una realidad que todavía debemos entender mejor.
El espectro sintomático entre un celiaco y un sensible al gluten es el mismo, incluso se podría decir que la sensibilidad es más compleja ya que sufren aún de mayor sensibilidad, sumado a su difuso diagnóstico y en consecuencia tratamiento.
Contamos con nuevos marcadores que por el momento no están disponibles en la práctica clínica general, pero que amplían el concepto de celiaco que debemos entender como un continuo. Cada paciente es un mundo y cada uno puede expresar síntomas digestivos, neurológicos, psiquiátricos, reumatológicos, endocrinos y sistémicos distintos.
Hoy en día diferenciamos entre dos patologías, la enfermedad celiaca, donde el gluten es el agente a evitar y la intolerancia al trigo donde entran muchos factores como los fructanos, FODMAPs, prolaminas… que dañan al paciente. Para definir con exactitud ambos grupos, se deberían hacer pruebas de provocación en pacientes celiacos clásicos, para ver cómo le sientan esos productos que entran dentro solo de la intolerancia al trigo, ya que existen muchos casos de celiacos clásicos que siguen su dieta a la perfección y hasta que no se les disminuyen los fructanos y demás, no mejoran del todo.
Esta incertidumbre se podría representar con la teoría del iceberg, ya que con nuestra tecnología actual, solo somos capaces de ver un 10% (que sería lo que conocemos como celiaquía), pero esto es solo el emergente de algo mucho más grande.
Cuando lo que observas deja de poder ser explicado por tu teoría, debes cambiarla. La enfermedad celiaca es un concepto que sirvió en su momento pero que ya no sirve para explicar lo que observamos. Es un continuo y un problema que engloba algo mucho más amplio.
Hola, ¿se considera la posible presencia de micotoxinas en harinas, lácteos, el ambiente rural o los parques afectados con fusarium, claviceps, roya, etc?